La pesca es el principal motor económico del Golfo de Ulloa (GU), México, sin embargo, el sector pesquero ribereño (SPR) se caracteriza por un alto nivel de pobreza y marginación. Dadas estas condiciones, y como fase previa a la definición de estrategias orientadas al desarrollo sostenible, se determina el estado de la SPR en materia de seguridad alimentaria (SA). A partir de encuestas se determinaron ingresos y empleos alternos, los cuales se utilizaron como indicador de la capacidad de las personas para acceder a los alimentos. También se analizó la calidad nutricional de los alimentos a través de la diversidad de alimentos y la frecuencia de consumo. Se analizó el efecto de la variabilidad climática sobre la disponibilidad de recursos pesqueros, así como los efectos recientes de la pandemia del COVID-19, como agentes que afectan los ingresos. El ingreso neto de los pescadores no supera, en promedio, los $6,000 pesos mensuales, lo que les dificulta acceder al valor total de la canasta básica alimentaria. En general, los pescadores suelen complementar su economía con empleos alternos, y en algunos casos, con el ingreso que aportan otros miembros de la familia. La disponibilidad de recursos pesqueros impacta proporcionalmente en los ingresos de los pescadores y su permanencia en la actividad pesquera. El impacto del confinamiento por COVID-19, redujo severamente los ingresos, provocando inseguridad alimentaria transitoria durante el 2021. En esta contingencia, el SPR mostró una capacidad de resiliencia que les permitió recuperar la condición normal de SA. Los resultados permiten sugerir líneas de acción, en sentido precautorio, para fortalecer la resiliencia y sostenibilidad del SPR frente a la SA.

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