El territorio mexicano, es rico en restos fósiles tanto de flora como de fauna, los cuales son de gran interés científico, económico y social, para investigadores nacionales y extranjeros. Hasta el siglo XIX la recuperación de los fósiles siempre estuvo vinculada a la búsqueda de minerales y energéticos, pero durante el siglo XX esta actividad ha estado ligada con la academia. Como resultado de la gran riqueza y abundancia de restos prehistóricos se puede establecer una historia tanto geológica como biológica de lo que hoy es nuestro territorio nacional. A pesar de que la paleontología en México se empezó a desarrollar el siglo pasado, las leyes y reglamentos que respaldan la conservación del denominado patrimonio paleontológico aún presentan inconsistencias jurídicas. En 1972, se publicó la “Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos” (ley vigente), pero hasta 1986 se adicionó el Artículo 28 BIS, el cual señala (cita textual). - “…las disposiciones sobre monumentos y zonas arqueológicos serán aplicables a los vestigios o restos fósiles de seres orgánicos que habitaron el territorio nacional en épocas pretéritas y cuya  investigación, conservación, restauración, recuperación o utilización revistan interés paleontológico, …”. Si bien existe este artículo, la ley establece una equivalencia entre lo paleontológico y lo arqueológico, homología que es inaceptable en la comunidad científica (nacional e internacional); los fósiles se forman por procesos naturales, por lo que éstos deben formar parte del “patrimonio natural”, y la pérdida de estos materiales se debería incorporar al término conocido como “pérdida de geodiversidad”. Uno de los factores principales que propician esta situación, es la falta de un marco legal que favorezca y rija el trabajo de los paleontólogos y otros interesados, con el fin de conservar y proteger los bienes paleontológicos de todo el país. En el presente trabajo, se llevó a cabo una encuesta a la comunidad académica (estudiantes y profesores-investigadores) y se hizo de una revisión de la legislación vigente relacionada con la protección y conservación de los bienes paleontológicos; por lo que se propone la elaboración de una nueva ley y reglamento, además de considerar metodologías de trabajo para la evaluación de las colecciones y de los sitios de interés paleontológicos. Asimismo, de tomar en cuenta los criterios científicos, socioculturales y socioeconómicos, con el fin de construir un marco jurídico integral que apoye la investigación, la conservación y la protección del patrimonio paleontológico, y donde la sociedad, la comunidad científica y el estado, mantengan un equilibrio que convenga a todas las partes.

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