Resumen:
La bahía de Ohuira, Sinaloa es una laguna somera (1 m de profundidad en promedio) con un tiempo de residencia alto (30 días) y es receptora de una gran cantidad de drenes agrícolas, así como de aguas residuales domésticas de las poblaciones aledañas sin tratamiento previo (Ayala-Rodríguez, 2008). Adicionalmente en el interior de la bahía se realizan diversas actividades, que van desde la pesca y acuacultura (la actividad acuícola en la bahía descarga volúmenes de agua, que la ubican en segundo lugar solamente por debajo de las actividades industriales), turismo, generación de electricidad y se prevé que en el año 2021 inicie operaciones la planta de fertilizantes del Grupo Proman (López, 2018). A pesar de la resilencia que caracteriza a estos sistemas, se prevé que la presión ejercida por las actividades antropogénicas, afecte las interrelaciones que se producen entre los diferentes componentes bióticos, dado que alteran la red trófica pelágica basal, la composición de especies y su abundancia en función de las diferentes respuestas a los nutrientes vertidos. Y dado que el grupo de los copépodos son los principales responsables de la transformación de proteína vegetal (del fitoplancton) a proteína animal, de la cual dependen buena parte de los recursos de interés pesquero, en esta iniciativa se propone determinar las variaciones en la composición de la comunidad de los copépodos, para establecer si pueden ser utilizados como indicadores de eutrofización y/o contaminación de un ecosistema altamente impactado.