Resumen:
Los modelos bioeconómicos consisten en el uso de las matemáticas para modelar el comportamiento de sistemas biológicos condicionados por factores biológicos, ambientales, económicos y técnicos. En la actualidad, la competitividad del mercado en la acuicultura está creciendo constantemente y la cantidad de datos que los productores tienen que manejar está aumentando. En este contexto, los modelos bioeconómicos son una herramienta fundamental para mejorar la eficiencia de los procesos de toma de decisiones (Llorente, I. & Luna, L. Aquacult Int (2016)).
En Baja California Sur la acuacultura es una actividad productiva incipiente en donde se han realizado esfuerzos por cultivar moluscos como almejas (Argopecten ventricosus, Nodipecten subnodosus), ostiones (Crassostrea gigas), abulón (Haliotis fulgens); peces como atún (Thunnus thynnus), jurel (Seriola rivoliana), totoaba (Totoaba macdonaldi), huachinango (Lutjanus peru), Cabrilla sardinera (Mycteroperca rosacea) y pargo lunarejo (Lutjanus guttatus) así como crustáceos como camarón (Litopenaeus vannamei) y langosta de agua dulce (Cherax quadricarinatus) entre otros. A esta actividad en la región noroeste del país y en particular en Baja California Sur se le concede un potencial muy importante para el desarrollo de esta actividad productiva debido a la calidad de sus aguas, el aislamiento relativo que tiene la región y que ello hace que se pueda tener mejor control sanitario así como la diversidad biológica existente en cuanto a especies de calidad y propicias para su cultivo en la región.
No obstante que ya se han realizado esfuerzos por cultivar distintas especies en la región es notorio el hecho de que la bioeconomía acuícola como herramienta de análisis, ha sido poco o nulamente utilizada para responder preguntas técnicas de la producción.