Resumen:
El nitrógeno (N) es considerado un elemento limitante para los productores primarios en el ambiente marino. En los ambientes tropicales de laguna de arrecife y/o de las praderas de pastos marinos, la concentración del nitrógeno inorgánico disuelto (NID) es <1 µM, lo que contrasta con ambientes de plataforma continental somera donde la concentración de NID es >5 µM. En el Caribe mexicano, las descargas de aguas subterráneas (DAS) son las responsables del aporte de especies nitrogenadas de origen antropogénico, donde la concentración del NID es típicamente <1 µM. Sin embargo, la trazabilidad de la concentración de NID es difícil de evaluar debido al carácter puntual y difusivo de las DAS que ocasionan una gran variabilidad en la concentración de NID en el mismo sitio y época de muestreo. La utilización de bioindicadores, como las praderas de pastos marinos, es una herramienta emergente para detectar y estimar cambios ambientales asociados a procesos naturales y/o antropogénicos en los ecosistemas costeros marinos. En sistemas oligotróficos, las hojas de los pastos marinos tienen baja concentración de N y fósforo (P) (1.8-2.2% y 0.13-0.19% masa seca) indicando deficiencia de estos elementos de acuerdo a los límites establecidos por Duarte (1990). Por lo que cualquier aporte de N y/o P de origen antropogénico puede ocasionar un desequilibrio en la estequiometria elemental (N:P) y/o en el fraccionamiento isotópico del N en las hojas de los pastos marinos, esto tendría como consecuencias el deterioro de los servicios ecológicos (por ejemplo, sitios de alimentación de juveniles de tortugas verde especie protegida) y turísticos (por ejemplo, más de 8 millones de turistas por año) que proporcionan los ambientes de laguna de arrecife y Caribe mexicano.