Resumen:
Recientemente se ha propuesto que la secuencia de un gen sencillo, como es la del citocromo oxidasa subunidad I (COI), puede ser adecuada para la discriminación de la mayoría de las especies animales. Este concepto
denominado código de barras de ADN ha sido probado en una gran variedad de peces. Las conclusiones de estos estudios, son que existen suficiente
diferenciación inter-específica para la identificación de especies (Pegg et al., 2006; Richardson et al., 2007; Lane, 2009). Actualmente la tecnología utilizada para la obtención de secuencias de ADN de larvas de peces, mediante reacción en cadena polimerasa (PCR), se
encuentra bien desarrollada en nuestro laboratorio y la eficiencia en
determinar la especie de un espécimen (larva) recae en parear esta secuencia con una secuencia obtenida de un espécimen juvenil o adulto correctamente identificado de la misma especie o de una secuencia reportada. Gracias a proyectos como el Código de Barras (BOLD) se han generado iniciadores universales y bases de datos con secuencias de una amplia variedad de peces, que junto con otros bancos de datos (GenBank), plantean las bases para la identificación de especies en larvas de peces mediante herramientas moleculares.
La identificación de larvas de peces en el alto Golfo de California (AGC) mas allá del nivel de familia o género en algunos especímenes es imposible, no siendo la excepción las especies endémicas de esta región. Por ejemplo, en los informes técnicos de larvas de peces del AGC de Sánchez-Velasco et al. (2011) y Jiménez-Rosenberg et al. (2012), reportaron dos especies de Sciaenidae y 16 tipos que no pudieron identificar a nivel especie. Posteriormente Díaz-Viloria et al. (2013), identificaron larvas de dos tipos de Sciaenidae del AGC (Totoaba macdonaldi y Cynoscion reticulatus), mediante marcadores moleculares, sin embargo aún existe mucho trabajo que hacer en AGC.