Resumen:
El océano representa la delgada capa de líquido sobre la Tierra que gira. Debido a esto la dinámica de los fenómenos de gran ó meso escala en el océano es cuasi bidimensional ya que las velocidades verticales son pequeñas comparando con las velocidades horizontales. En este caso los gradientes de la presión en el líquido se equilibran por la fuerza de Coriolis determinada por la rotación de la tierra (el balance geostrófico). Como fue mostrado en los trabajos (Kozlov 1992, Zavala-Sanson & van Heijst 2000) en tales modelos bidimensionales es posible tomar en cuenta la fricción del fondo, añadiendo el miembro no lineal en la ecuación de la vorticidad. A pesar de que este efecto es relativamente pequeño, provoca los cambios cualitativos de la estructura del flujo, puesto que la fricción lleva al desplazamiento de cualquier partícula del líquido a la derecha de la dirección de su movimiento. Esto origina un mecanismo de asimetría entre anticiclones y ciclones, provocando el debilitamiento de las últimas. Esto es una de las causas del porque en el océano real predominan las formaciones anticiclónicas.