Resumen:
La caracterización de los ecosistemas se entiende como la descripción de los componentes y procesos que integran un ecosistema y el entendimiento de sus relaciones funcionales. Para la caracterización ecológica de un ecosistema se debe describir a las especies importantes, las comunidades y poblaciones, con especial énfasis en aquellos organismos que se consideran de importancia para las personas o críticos para el funcionamiento del ecosistema. Asimismo, debe describir los procesos ecológicos, tales como las relaciones tróficas y los flujos de energía, en particular los que se consideran o se sabe que están controlando al sistema.
Los indicadores ofrecen generalmente una simplificación que permite cuantificar fenómenos complejos y que hace posible y fortalece la socialización de información a los responsables de políticas y a otras partes interesadas, incluidos el público general. Constituyen herramientas potentes en el proceso de retroalimentación de un plan de acción, sirven de alerta temprana de posibles problemas y ofrecen un mensaje conciso de participación, educación y sensibilización.
Los indicadores ecológicos reflejan las tendencias del medio ambiente. Son de naturaleza descriptiva si detallan el estado ambiental respecto a un tema determinado (por ejemplo, eutrofización, pérdida de la biodiversidad o sobrepesca). Y son indicadores de desempeño si comparan las condiciones actuales con las condiciones ecológicas objetivo.