Resumen:
La acuacultura es una actividad económica importante a nivel mundial, sin embargo, uno de los mayores problemas a los que se enfrenta es a la presencia de virus y bacterias patógenas en los sistemas de cultivo. Lo anterior ocasionado en parte por las prácticas inadecuadas de cultivo. El uso de antibióticos para el control de enfermedades fue usual durante muchos años pero fueron prohibidos por la proliferación de cepas resistentes. Actualmente se buscan alternativas para el control de patógenos que favorezcan un balance microbiano en los organismos cultivados. El uso de probióticos en la acuacultura ha demostrado tener ventajas, pero aún es necesario profundizar en el conocimiento de las condiciones de aplicación. Generalmente se usan bacterias acidolácticas (BAL) como probióticos, sin embargo, es necesario explorar otros grupos de bacterias a las que se les han encontrado otros potenciales bioactivos. El presente trabajo tiene como objetivo evaluar el potencial probiótico de actinobacterias marinas. A partir de una colección de actinobacterias obtenidas en el módulo 1, se procederá a realizar pruebas In vitro para evaluar su capacidad para producir exoenzimas (lipasas, proteasa, amilasas) en medios de cultivo específicos, hidrofobicidad, tolerancia a pH ácido y tolerancia a sales biliares. Se determinará también su capacidad antagónica contra cepas patógenas. En la primera etapa se hará una segunda selección, considerando solo aquellas cepas que muestren inocuidad y por tanto su potencial para ser usadas como probióticos. En la segunda se harán ensayos In vivo con organismos marinos para determinar el éxito de su aplicación. Se pretende tener una colección de actinobacterias a las cuales se haya probado su inocuidad para proponer su uso como probióticos en acuacultura.