Resumen:
En Baja California Sur,la actividad pesquera es una de las principales actividades económicas. Esta va desde langostas y abulones hasta pulpos, jaibas y todo tipo de peces. En algunos casos el arte de pesca utilizado son trampas, generalmente de malla de alambre, las cuales deben ser cebadas diariamente. Hasta hoy se han utilizado como cebos; peces, moluscos y crustáceos, sin discriminar entre especies o si esas son utilizadas para consumo humano directo, lo cual presenta un problema bioético y de sustentabilidad (alimentar mexicanos o cebar trampas para capturar especies de interés para el mercado internacional y por ende, mayor valor comercial). Tan solo en la captura de langosta se estima que se requieren 2.5 millones de cebos cada temporada de pesca, eso supone unos 625,000 kg de pescado como sardinas, bonito, barrilete, pescados de escama, pero también se han utilizados ostiones, almejas, caracoles y hasta jaibas y quitones. Derivado de una demanda específica del sector langostero local, nosotros formulamos y probamos un cebo elaborado a base de agua de cola, un efluente de la producción de harina de pescado (otra importante actividad del sector)también probamos su eficiencia en campo. Dicho proyecto fue financiado en 2012 y 2013 por la Fundación PRODUCE de Baja California Sur, A. C. con resultados muy prometedores, y hemos logrado estimular el interés tanto de langosteros como sardineros, ya que los resultados de dicho proyecto tienen el potencial de resolver dos graves problemas en cada uno de los sectores. En esta ocasión e impulsados por el interés que dicha fórmula despertó en ambos sectores, nosotros propones realizar las mejoras en formulación del cebo a base de agua de cola, para mejorar la vida de anaquel y su estabilidad a temperatura ambiente. Al mismo tiempo ensayaremos nuevas formulaciones a base de otros subproductos de la industria.