Resumen:
Los estudios sobre los hábitos alimentarios de los organismos marinos son de importancia para conocer aspectos relevantes de su rol en las cadenas alimentarias y de manera particular para los categorizados como depredadores topes, ya que al estar ubicados cerca o en el ápice de las tramas tróficas pueden tener efectos positivos y/o negativos en la variabilidad ecológica de los ecosistemas. El espectro trófico de los pinnípedos, ha sido utilizado para identificar la relación depredador-presa, así como la posible interacción con pesquerías de importancia comercial y para determinar el posible impacto antropogénico del humano en el medio ambiente marino. Para el estudio de la dieta de los pinipipedos en su hábitat natural se han implementado diversas aproximaciones metodológicas. Así el método tradicionalmente usado es el del análisis de remantes de presas en excretas, el cual consiste en la recuperación de estructuras duras identificables tales como picos de cefalópodos, vertebras y otolitos de peces. De manera particular el lobo fino de Guadalupe, Arctocephalus towsendi, por muchos años se consideró el único pinnípedo endémico de la costa oeste de Baja California, México y en los últimos dos siglos, ha sido cazado debido al valor de su pelaje, sin tomar en cuenta las repercusiones a largo plazo, lo cual lo colocó al borde de la extinción. Lo anterior dio como resultado que fuera catalogado bajo el estatus de especie en peligro según la NOM-059-SEMARNAT-2010. A pesar de esto, se desconocen distintos aspectos sobre su biología básica y en la actualidad se cuenta con información sobre estimaciónes del tamaño poblacional, genética y recolonización, pero son realmente reducidos los estudios sobre su ecología trófica y a la fecha no existe información nueva de estudios que comparen sus hábitos alimentarios en las costas occidental y oriental de la península de BC, México.