Resumen:
A nivel global, los sistemas costeros y de plataforma son sitios sometidos a cambios naturales continuos y alternados, que se encuentran bajo la presión de actividades antrópicas en su entorno. Recientemente, una gran atención se ha centrado en el estudio del contenido de elementos traza en estos ecosistemas, donde elementos traza como cromo (Cr), cobalto (Co), níquel (Ni), cobre (Cu), zinc (Zn), cadmio ( Cd ), mercurio (Hg) y plomo (Pb) están vinculados tanto a fuentes naturales como a fuentes derivadas de actividades antropogénicas como puertos, turismo y recreación, entre otras. Estos elementos se han determinado en organismos marinos pertenecientes a diferentes niveles tróficos recolectados en áreas que se supone que se encuentran en niveles de fondo de contaminación, por lo que es crucial entender el estado actual de los ecosistemas cercanos a la costa. Los organismos marinos adquieren elementos traza dependiendo de su posición en la red alimentaria. Por ejemplo, la ballena azul (Balaenoptera musculus), un filtro biológico eficiente, los adquiere al engullir aproximadamente 70 m3 de agua por cada bocado y filtrar toneladas de presas, desechos en suspensión o incluso fitoplancton. Sus heces pueden dar información sobre su variabilidad por lo que este proyecto propone explorar la presencia y concentración de elementos traza en heces de ballena azul y sentar las bases para su uso, ya sea como biomarcador de contaminación o de procesos relacionados con los efectos de la variabilidad climática natural, incluyendo cambios en sus presas. Para ello, es necesario definir los datos de referencia de este potencial biomarcador y así tener una distinción correspondiente entre "ruido" (variabilidad natural) y "señal" (causado por un contaminante).