Resumen:
La literatura científica ha demostrado los efectos que ha tenido la pandemia de COVID-19 en el sector pesquero. En México, se ha observado una contracción de la actividad, tanto en la reducción de las operaciones de pesca, como en las consecuencias derivadas de los cambios en el mercado. Los efectos sobre la pesca se presumen diferentes según se trate de pesca industrial o ribereña; y en este último caso se supone que los efectos pueden variar mucho de una región a otra; no necesariamente así para la flota industrial dada la movilidad de los buques a lo largo de los litorales. El proyecto trata de evaluar la resiliencia del sector, seleccionando, en principio, el caso de estudio de una pesquería industrial, y dos casos de estudio de pesca ribereña. Para ello, será necesario demostrar tanto el efecto de la pandemia, contrastando los cambios en los rendimientos pesqueros en periodos con y sin presencia de pandemia, como la tendencia del sector a recuperarse, tras el confinamiento casi total de las personas en la primavera de 2020. Esta recuperación representa la resiliencia del sector. La asociación entre las tendencias de pesca y el desarrollo de la pandemia de COVID-19 se establecerán con base en registros diarios de pesca, de las infecciones reportadas, así como los cambios de la movilidad de las personas a causa de la pandemia. La hipótesis es que los tres indicadores están asociados; aumento de contagios, contracción de la actividad y de movilidad de las personas. Habiendo evaluado la contracción por la pandemia como la recuperación del sector, el desafío será, 1) evidenciar el efecto de la pandemia, y 2) evaluar la resiliencia, 3) identificar posibles estrategias para facilitar la recuperación, garantizar la sostenibilidad y promover el desarrollo. Se espera que los resultados sean de utilidad para adecuar las políticas públicas hacia las estrategias de gestión.