Resumen:
En los experimentos realizados en la Unidad Piloto de Maricultivos (UPIMA) en el CICIMAR-IPN, hemos observado que el mayor porcentaje de las larvas de huachinango (70%-95%), mueren en los primeros días de cultivo, lográndose supervivencias tan bajas como 1% para el día 30 (Taylor-Cota, 2017). Estas altas mortalidades pudieran deberse a algún efecto derivado de las condiciones del cultivo, las cuales involucran tanto factores bióticos como abióticos. Entre los factores bióticos relacionados con altas mortalidades en el cultivo larvario de peces marinos, son las bacterias oportunistas o patógenas. El uso de probioticos surgió como una alternativa sustentable que permite mejorar el crecimiento y sobrevivencia de las larvas de peces marinos. Su uso permite modificar las poblaciones bacterianas presentes en los tanques de cultivo favoreciendo las bacterias presentes en el consorcio de probióticos. A la vez, estas bacterias probióticos cuando se ingieren por las larvas, mejoran la capacidad digestiva de las larvas incrementando tanto la expresión genética como la actividad de las enzimas digestivas.