Resumen:
Las bacterias patógenas, en especial las del grupo ESKAPE, representan un grave problema de salud humana a nivel nacional e internacional que no solo genera consecuencias mortales en personas inmunocomprometidas o con otras afectaciones, sino también en personas sanas. Todo esto conlleva al aumento de los costos de hospitalización y limpieza para los gobiernos, por lo que se requieren de estrategias que controlen las poblaciones de estos patógenos en zonas estratégicas como plantas de tratamiento de aguas residuales, las cuales pueden funcionar como grandes reservorios en donde se da una alta producción y selección de microorganismos patógenos resistentes o multirresistentes a antibióticos, actuando como un foco de infección importante para la población. Actualmente, una de las alternativas para el control de estos patógenos con mayor aceptación, es el uso de fagos líticos gracias a su capacidad de usar a su hospedero como una maquinaria de producción de nuevas partículas de fagos y al final del ciclo de replicación el hospedero muere. Subsecuentemente, en el ambiente, los nuevos fagos líticos pueden infectar y lisar a las bacterias patógenas vecinas. Con la lisis no solo se da la remoción de un hospedero específico de la comunidad, también se crean nuevos nichos que especies menos competentes e importantes pueden ocupar y se estimula el crecimiento de ciertos miembros de la comunidad al liberarse sustratos orgánicos a partir de las células lisadas. Existe una amplia cantidad de trabajos y revisiones que evalúan el papel de los fagos en la estabilidad, funcionamiento y diversidad en los ambientes naturales y su potencial como agentes de biocontrol en humanos, agricultura e industria alimentaria, por lo que son una alternativa importante para reducir la presencia de patógenos de humanos en las aguas residuales.