Resumen:
Los precios del petróleo, la relación entre las emisiones de carbono y el cambio climático global y el accidente nuclear en Fukushima, Japón son factores que han dictado la búsqueda de fuentes de energía que no usen combustibles fósiles, esto puede justificar la Conversión de Energía Térmica Oceánica. Los océanos cubren tres cuartas partes de la superficie de la Tierra, son un gigantesco colector de energía térmica, en un día, los mares tropicales absorben una radiación solar equivalente en energía a 250 millones de barriles de petróleo. El Gradiente Térmico, es una tecnología de energía renovable que utiliza la diferencia de temperatura en los océanos para producir electricidad limpia y confiable, durante todo el año. La energía marina podría convertirse en un aspecto esencial para garantizar que el 100 % de la generación se realice con recursos renovables en el futuro. Este sistema podría cubrir las necesidades energéticas de todo el mundo. El calor oceánico podría, además utilizarse para producir agua desalada, sistemas de aire acondicionado, desarrollar granjas agrícolas y piscifactorías, extraer minerales y luchar contra el cambio climático. La conversión de energía térmica del océano es constante y permanente, a diferencia de otras energías renovables, como la eólica o la fotovoltaica. Estas instalaciones se basan en la diferencia de temperatura, de al menos 20 grados centígrados, entre la superficie y el fondo de los océanos. Estas condiciones se producen en las áreas tropicales, México posee aguas oceánicas con características óptimas para desarrollar este tipo de energía en el Golfo de California, Océano Pacífico, Golfo de México y Mar Caribe. Esta investigación contribuye a mitigar el cambio climático y con esto IPN-CICIMAR apoya para que México cumpla con el Acuerdo de París sobre energías renovables.