Resumen del producto

México tiene una posición geográfica única en el mundo, en especial respecto a los mares, y resulta muy inquietante que los mexicanos en general no nos demos cuenta de este hecho. Nuestro país tiene costa en los dos océanos más grandes del planeta y a tres mares (el Golfo de California, el Golfo de México y el Mar Caribe). En la costa del Pacífico, representa la transición entre el trópico y la zona templada, de manera similar a lo que ocurre en tierra. La productividad de sus mares es evidente cuando se tiene en cuenta la amplísima plataforma continental del Golfo de México y sus considerables aportes lluviales, así como la región de surgencia por viento en la zona templada del Pacífico. El potencial de transporte marítimo por su posición es innegable para cualquiera que pueda ver un mapa mundial. Es también el canal natural de transmisión de conocimiento científico y tecnológico entre el país más desarrollado del mundo y varios de los menos favorecidos. Sin embargo, los mexicanos hemos vivido en la práctica ignorando mayormente ese potencial, excepto por algunos que, contra la corriente, han luchado de manera incansable porque se reconozca. El doctor Agustín Ayala Castañares ha sido uno de los más destacados mexicanos en ese empeño. El doctor Ayala forma parte de una generación de gigantes intelectuales que transformaron la investigación científica de una actividad obscura marginal, propia de laboratorios mínimos que vivían a expensas del magro presupuesto destinado a la educación superior en una componente digna, reconocible y demandado de la actividad del Estado. Les tocó a ellos la formación de laboratorios, centros e institutos, su equipamiento y la integración de cuadros de investigadores. Esta generación formó numerosas instituciones; entre las dedicadas a las ciencias marinas en sus diversas disciplinas destacando el Centro de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)(después elevado a instituto) y el Instituto Nacional de Investigaciones Biológico-Pesqueras (actualmente Instituto Nacional de la Pesca). A muchos mexicanos de estas destacadas generaciones les tocó, nada menos, la formación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que a su vez originaría instituciones de investigación y educación superior, así como esquemas de financiamiento formal de la investigación científica. De su labor como maestro y funcionario de diversos niveles, así como de su campo profesional más específico de paleontología habrá otros que puedan hablar con mayor autoridad que el que esto escribe; por lo mismo, me concretaré a visualizar muy someramente su contribución a las ciencias marinas mexicanas, especialmente en su contexto internacional. Una disculpa anticipada puesto que mi campo profesional es la pesca, ineludiblemente haré más referencia a ésta que a otras ramas de las ciencias marinas; apelo pues, a la comprensión del lector.

Palabras clave: cambio de régimen; recursos marinos bióticos

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